Si los comicios fuesen mañana, ambos disputarían la segunda vuelta. El estudio arroja que Castañeda se impondría con el 48% de los votos frente al 34% de Fujimori.
Este es el terreno de cara a las elecciones de abril de 2011 y en una fecha en la que el alcalde Castañeda formalizará su renuncia para participar en dichos comicios y el ex premier Javier Velásquez Quesquén anunciará su precandidatura desde la misma cuna del Señor de Sipán.
Con las cifras en la mano, el director de Datum, Manuel Torrado, opinó que, al margen de los nombres propios, el balotaje enfrentará al candidato que represente los intereses de las zonas rurales del país con aquel que encarne a la Costa y los sectores más desarrollados. “Podría ser Fujimori o Ollanta Humala, por un lado, y Castañeda o Alejandro Toledo, por el otro”, dice.
¿Cuánto más puede crecer Fujimori? El analista Carlos Basombrío no cree que mucho. “Su techo y su piso están cerca. Es decir, no dará grandes saltos hacia arriba ni hacia abajo”. El periodista Víctor Andrés Ponce observa que su electorado es duro y consistente, a diferencia del del alcalde de Lima, frágil y volátil.
Para Torrado, el principal problema de la congresista es que, una vez en la segunda vuelta, le será muy difícil lograr adhesiones de otros partidos. “Tiene muchos anticuerpos; a ella le va a costar más”, indica.
En cuanto a Castañeda, Ponce sostiene que su primera tarea debería ser fidelizar al sector que lo apoya, porque “la irrupción de Toledo podría arrebatárselo”.
Los tres analistas coinciden en que la encuesta de Datum le pinta un panorama poco prometedor a Humala, quien continúa estancado en 12%. Basombrío cree que el triunfo de Susana Villarán le quitará el liderazgo de la izquierda. “Le ha demostrado a estos sectores que hay vida fuera de Humala”, señala.
OTRO FELIZ. Otro dato que resalta de la encuesta es el 39% de popularidad que alcanza el presidente Alan García, la cifra más alta que le registra Datum desde setiembre de 2007. Hace cinco años, cuando a Toledo le faltaban 10 meses para dejar el poder, tenía 11% de aprobación. El 28 de julio se fue con 33%. ¿Hasta cuánto podría crecer García?
“No me sorprendería que llegue al 50%”, dice Ponce. Basombrío y Torrado también creen que lo más probable es que siga subiendo. ¿Podría endosar esa popularidad al candidato aprista? Basombrío lo duda pero Ponce piensa que sí es posible. Hay que anotar que estos comentarios se hicieron antes de conocer el incidente en el que el mandatario agredió a un voluntario de Essalud. Ese golpe podría ir directo contra su popularidad.
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