El robo de la venerada Cruz de Motupe, perpetrado en horas de la madrugada en el cerro Chalpón y a un mes de las festividades centrales religiosas, que se remontan desde el siglo XIX, provocó una ola de indignación en un país con amplia mayoría católica.
El Perú despertó con la ingrata noticia del robo del sagrado madero, encontrado el 5 de agosto de 1868 por José Mercedes Anteparra Peralta en una gruta de la cumbre del cerro Chalpón. Las reacciones fueron instantáneas: Las redes sociales así lo demuestran.
Las primeras informaciones señalaban que los vigilantes Julián Purihuamán Ayala (52) y Benicio Díaz Coronel (55) fueron golpeados y maniatados por los delincuentes. Conforme pasaron las horas, ambos dijeron algo inverosímil: No escucharon nada.
Este hecho fue criticado por el alcalde de la provincia de Motupe, Carlos Humberto Falla Castillo, y despertó las sospechas de la Policía, pues ambos dormían a solo seis metros de la cruz. Por ello, los vigilantes y Tomás Ventura Flores fueron detenidos.
La indignación de la población lambayecana fue tal, que llegaron hasta la comisaría de Motupe y estuvieron a punto de ingresar por la fuerza al local para ajusticiar a los sospechosos. Por precaución, fueron trasladados a Chiclayo para ser interrogados.
La búsqueda es a nivel macrorregional. La Policía ya descartó que la cruz haya sido sacada de Motupe, mientras que en esa zona se realizaron misas por su pronto hallazgo. El móvil sería el robo de los más de 20 kilos de oro y plata que bañan el sagrado símbolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario