Chávez fue intervenido de urgencia el viernes 10 de junio de un absceso pélvico. El malestar se produjo en medio de una gira que lo llevó a Brasil y Ecuador. Desde esa fecha, hace exactamente 12 días, permanece convaleciente en un hospital cubano. En todo este período sólo habló públicamente una vez, por teléfono.
La decisión de mantener en las sombras los partes médicos acrecentaron los rumores. Una entrevista telefónica a la cadena Telesur el domingo 12 de junio no alcanzó para apaciguar los ánimos en la oposición que exige una respuesta urgente. En todo este tiempo, Chávez maneja el gobierno desde La Habana y eso sulfura a los antichavistas.
"Lamento mucho estas cosas. En estas funciones uno no debería ni enfermarse. Así como para uno no hay ni 31 ni 24 de diciembre, uno no debería enfermarse. Pero la operación ha sido muy exitosa, hoy me volvieron a hacer las curas. Afortunadamente Cuba tiene uno de los sistemas de salud más avanzados, así que me enfermé en un buen lugar", declaró Hugo Chávez en la conversación con la señal Telesur.
Afirmó estar en plenas facultades e indicó que, en caso de ver disminuidas sus capacidades para ejercer el Gobierno de Venezuela, él mismo "sería el primero en tomar una decisión al respecto".
Los antichavistas no comparten la visión del presidente y reiteraron la necesidad de que el vicepresidente asuma el poder en el país. El diputado Américo de Grazia, de la opositora Mesa de Unidad Democrática, pidió que se califique la ausencia de Chávez como falta temporal, y que asuma el Vicepresidente de la República, tal como lo establece el artículo 234 de la Constitución.
Además, exigió se ofrezca al país un parte médico diario acerca de la evolución de la salud del presidente: "No al secretismo en esta materia. En gobiernos autoritarios, se envían fotos. En democracia, hay información", advirtió.
La última vez que escribió en su cuenta de Twitter, @chavezcandanga, fue el 4 de junio, hace 18 días. Casi una semana después de ese mensaje en la famosa red social, Chávez fue operado de urgencia cuando visitaba a Raúl y Fidel Castro en la Habana. Después intervino, con una llamada telefónica, en la entrevista que Telesur le estaba realizando al canciller Nicolás Maduro.
Desde ese momento hasta la actualidad, los únicos rastros del Presidente hay que buscarlos en los decretos y resoluciones que, a distancia, no cesa de firmar.
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