María Cáceres, por ejemplo, tiene el peor de los recuerdos del último Jueves Santo. “Salimos con toda mi familia de paseo y, al regresar –dos días después–, nuestra casa estaba completamente vacía”, cuenta esta madre de familia. Los malhechores les robaron tres computadoras, joyas y varios artefactos eléctricos.
Una combi se estacionó frente a la puerta de su vivienda, bajaron cinco sujetos y se llevaron todo.
Un vecino que se percató del hecho llamó a la Policía y al serenazgo, pero fue demasiado tarde: los hampones habían fugado con el botín en sus manos.
“Ahora siempre se queda alguien en la casa. Es terrible estar con miedo todo el tiempo”, dice María.
Peor suerte corrieron Martín y Juana Castro, de 70 años. Los delincuentes los ataron de pies y manos en su departamento. Luego, los facinerosos cargaron con las laptops de sus tres nietos y con joyas.
En la región Piura, los asaltantes no solo han puesto su mira en las casas de zonas residenciales, sino también en humildes viviendas de los asentamientos humanos y urbanizaciones, según informa la Policía.
La mayoría de los robos reportados han ocurrido cuando no hay ninguna persona en la casa. Los delincuentes utilizan las famosas ‘patas de cabra’ para ingresar al inmueble.
El jefe de la Región Policial de Lambayeque, Warner Iglesias, advirtió que en esta jurisdicción se han presentado casos en que los ladrones fingen una mudanza para despistar a los vecinos.
Por ello, el oficial recomendó que un integrante de la familia, u otra persona de confianza, se quede al cuidado de la vivienda. “Los vecinos también deben organizarse contra la delincuencia”, añadió.
El jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de La Libertad, coronel Jorge Carranza, recomendó a los trujillanos que instalen dispositivos de seguridad (alarmas) en sus casas para evitar ser víctimas de los asaltos, especialmente si planean viajar en Semana Santa.
ALERTA MÁXIMA. La Policía considera que estas fiestas –al igual que las de Navidad y 28 de Julio– son fechas clave para los ladrones, porque la gente acostumbra a dejar sus viviendas solas. Los hampones lo saben bien y están al acecho. Las bandas más organizadas tienen entre sus cómplices al personal de servicio, como empleadas del hogar y agentes particulares de seguridad.
El coronel Arturo Espejo, jefe de la División de Robos de la Dirección de Investigación Criminal, indicó que es muy frecuente que los delincuentes toquen varias veces la puerta de una casa cualquiera y, tras notar que no hay nadie, procedan a abrirla con una herramienta metálica. Después de desvalijarla, un vehículo los espera.
Igualmente, a quienes salgan de viaje les recomendó que les pidan a sus vecinos que vigilen sus inmuebles para no ser víctimas de los rateros.
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